La tecnología en la clase de ELE
Reflexiones y experiencia personal
La tecnología tiene una fuerte presencia en todos los ámbitos de nuestras vidas y en el aula no podía ser menos. Si en 2018 nos creíamos muy modernos por utilizar códigos QR en clase, ahora los materiales y contenidos están planteados y presentados para un alumnado que aprende y estudia en línea.
La pandemia y los consecuentes confinamientos forzaron al mundo de la enseñanza presencial a buscar soluciones en la red y en la tecnología. Desde aquellos primeros pasos hasta la actualidad, muchos materiales se han elaborado gracias a las diferentes herramientas tecnológicas disponibles y son tantas las ventajas que la vuelta a la modalidad presencial no los ha destronado.
La tecnología por y para el alumnado:
Las actividades en línea priorizan la interactividad y proporcionan al estudiante la inmediata solución de las actividades propuestas. En el caso en el que no comprendan su error, disponen de una miríada de diccionarios, traductores, blogs o vídeos que abordan todos los temas.
Muchas páginas webs emulan los videojuegos y ofrecen premios o recompensas por cada respuesta correcta. Los elementos gamificadores son una excelente forma de dinamizar y acompañar el aprendizaje.
Gracias a Internet, los aprendientes de cualquier lengua extranjera pueden acceder a contenido audiovisual en esa lengua sin importar dónde viven o la distancia con el país. También, las redes sociales son accesibles, pero es que incluso hay aplicaciones específicas para aprendientes de LE. HelloTalk o Tandem funcionan de forma similar a Facebook o Instagram y ponen en contacto a aprendientes y nativos.
Todo esto va en consonancia con nuestro tipo de alumno, Residentes Digitales, que no distinguen entre el uso que hacen del mundo virtual y el que hacen del mundo real.
La tecnología por y para el profesorado:
Se menciona frecuentemente que la tecnología ha democratizado los medios de comunicación puesto que todo el mundo puede crear contenido con resultados favorables y con una calidad adecuada. Así, el profesorado puede crear su propio contenido si la agenda se lo permite. Estos contenidos se presentan en diversos formatos (audios, vídeos, textos, presentaciones grabadas…) para llegar a todo tipo de aprendientes: auditivos, kinestésicos y/o visuales.
Asimismo, considero que, en mi caso, la tecnología ha favorecido explicaciones más claras a nivel cognitivo. Las animaciones, los íconos o los colores que propone PowerPoint son un apoyo extraordinario a las explicaciones gramaticales.
Como cabría esperar no todo son aspectos positivos, pero esto ya lo hablaremos en otra entrada. Ahora solo nos queda esperar a las novedades que la Web 5.0 traerá al aula. Mientras seguiremos formándonos y creando.
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